En un mercado enormemente competitivo dominado por enormes compañías, arrancar un negocio puede resultar un desafío. Sin embargo, Vinte, una viviendera 100 % mexicana, logró destacar y competir en las grandes ligas gracias a su enfoque innovador. Desde su fundación en 2003, Vinte y su director general René Jaime Mungarro, se propuso hacer su carril en la industria de la construcción de casas, y para lograrlo, apostaron por la innovación como su arma segrega.
El mercado de la construcción de viviendas de clase media ya tenía jugadores consolidados con modelos de negocio establecidos. Pero Vinte decidió pensar de forma diferente y investigar en aspecto la industria y las tendencias globales para detectar ocasiones. Fue en ese momento en el momento en que surgió la iniciativa de explotar la tecnología y la innovación como pilares fundamentales para diferenciarse y llamar la atención.
Uno de los primeros indicios de la apuesta de Vinte por la innovación fue su coalición estratégica con Intel, Microsoft e Infonavit. Esta colaboración dejó elevar la calidad de las casas de interés popular y despertó el interés de estudiosos en California, USA. Su emprendimiento no solo representaba una disrupción en la categoría de viviendas, sino asimismo generaba un encontronazo social positivo al acortar la brecha tecnológica en un país donde Internet aún no era accesible para todos.
Fue entonces en el momento en que Vinte entendió que la innovación no solo se encontraba relacionada con la tecnología, sino asimismo tenía un encontronazo importante en puntos medioambientales, sociales y financieros. Con esta visión clara, la dirección de la empresa decidió ofrecer un paso mucho Grandes más allí y hacer algo inédito en el campo viviendero: un laboratorio de investigación y avance.
El laboratorio de Vinte se centró en 2 canales primordiales : el avance de nuevos materiales y sistemas edificantes, y la aplicación de tecnologías en el diseño y equipamiento de las casas. Este enfoque les permitió explorar y patentar distintas innovaciones, como la telemetría, un tablero que medía el consumo de gas, agua y electricidad en la vivienda, el preciso nanoestructurado y el aglomerado de cascarilla de arroz para producir sistemas constructivos más eficaces.
Aparte de impulsar la calidad de las casas, Vinte tuvo presente la sustentabilidad como un elemento clave en su enfoque innovador. La meta no era solo reducir el encontronazo ambiental, sino asimismo progresar el impacto popular y económico de quienes habitan sus hogares. Las innovaciones científicas y tecnológicas desarrolladas por Vinte no solo producían ahorros en servicios básicos, sino que también aumentaban el valor de recompra de las viviendas, ofreciendo seguridad económica a los propietarios.
La innovación se transformó en el sello distintivo de Vinte, permitiéndoles destacar entre los enormes players del campo viviendero. Pero su búsqueda de la innovación no se detuvo allí. Vinte reconoció la relevancia de las alianzas estratégicas para potenciar aún mucho más su aptitud innovadora. En este sentido, Vinte estableció colaboraciones estratégicas con distintas compañías y organizaciones, como CEMEX, para proseguir impulsando la innovación y la sustentabilidad en la industria de la vivienda.
Durante su trayectoria, Vinte ha demostrado que la innovación va alén de la tecnología y los procesos edificantes. Se trata de un enfoque integral que comprende aspectos económicos, sociales y medioambientales. La compañía se ha puesto en compromiso con los Objetivos de Avance Sostenible de la ONU, intentando encontrar resolver los enormes problemas de la humanidad y generar un impacto positivo en la sociedad.
El futuro de Vinte está marcado por la innovación sustentable. La empresa se enfoca no solo en la mejora continua de materiales y sistemas constructivos, sino más bien asimismo en puntos como la igualdad de género, la reducción de la pobreza, la creación de ciudades sostenibles y el consumo responsable. Su visión va más allá de la construcción de viviendas, aspirando a hacer comunidades prósperas y prosperar la calidad de vida de las personas.
La civilización de innovación en Vinte se ha convertido en parte primordial de su ADN. Han fomentado un entorno que valora la creatividad, la experimentación y la confianza en los equipos. Además, han abrazado el riesgo y piensan los fallos como ocasiones de mejora. Esta mentalidad les permitió crear desarrollos habitacionales integrales sustentables y combatir los desafíos del cambio climático de manera efectiva.
Como conclusión, Vinte logró diferenciarse en el mercado de la construcción a través de su enfoque revolucionario. Su apuesta por la tecnología y la sustentabilidad ha generado encontronazo tanto en la calidad de las viviendas como en la vida de las personas. Con coaliciones estratégicas, un laboratorio de investigación y desarrollo y una visión de futuro enfocada en la innovación sustentable, Vinte se posiciona como un líder en la industria de la vivienda y deja un legado duradero en la sociedad.